Azúcar Integral de Caña Jesper
AZÚCAR INTEGRAL DE CAÑA O AZÚCAR MASCABADO
El azúcar integral de caña o mascabo o mascabado es producto de la cristalización del jugo de la caña de azúcar pero no es procesada ni refinada, por ello aportan valor nutricional a nuestra alimentación, entre los que se destacan vitaminas del grupo B, minerales como potasio, calcio, sodio y magnesio.
Su color es marrón oscuro, aunque no es lo mismo que la rubia o la negra. Tiene gran cantidad de melaza, lo que se traduce en un aroma y sabor muy particulares, además de una textura algo pegajosa.
El método de fabricación consiste, en un primer instante, en calentar el zumo extraído de la caña de azúcar. Luego se deja evaporar completamente el agua hasta conseguir un residuo seco que posteriormente se muele.
El principal productor de esta variedad de azúcar en nuestro país es Misiones dentro de la Cuenca Orgánica, donde se encuentra nuestro establecimiento.
Aunque endulza menos que la blanca, el azúcar mascabado se puede usar para agregarle sabor a las infusiones o para recetas como tortas o postres.
Aún prácticamente no se consigue en supermercados, pero es muy común encontrarla en dietéticas y casas naturistas.
Presentación: 500 g. y 5 kg.
El azúcar integral es extraído del jugo de la caña de azúcar. Este líquido se cocina en bateas métalicas hasta obtener su total cristalización.
Gracias a que no pasa por el proceso de refinamiento, el azúcar integral conserva toda la riqueza de los sales minerales (calcio, magnesio, potasio, sodio, etcétera), fibras y vitaminas asociadas en forma natural a la sacarosa en la caña de azúcar.
A diferencia del azúcar blanco, aporta importantes sustancias esenciales para el organismo; es rico en sacarosa natural, por lo que resulta de fácil absorción y digestión.
Es rica en sustancias esenciales como:
Fibras alimentarias que hacen que la absorción de los azúcares sea más lenta permitiendo que la asimilación de los alimentos sea más equilibrada y que pueda reservarse por más tiempo energía natural en el cuerpo.
Calcio y fósforo que favorecen la coagulación de la sangre, y son esenciales para la formación y mantenimiento de las piezas dentales y òseas.
Hierro, vital para prevenir la anemia.
Potasio que colabora en el proceso metabólico.